Tras la derrota de Napoleón se cerró en Europa el ciclo revolucionario que se había iniciado a finales del siglo XVIII y comenzó una nueva etapa, la Restauración.
El Congreso de Viena.
En el año 1814, las potencias europeas que habían vencido a Napoleón se reunieron en Viena a fin de establecer un nuevo equilibrio en el continente europeo basado en la solidaridad de las monarquías frente a cualquier intento revolucionario de signo liberal y diseñar un nuevo mapa europeo. Francia consiguió despojarse de su condición de país derrotado y fue considerada como una potencia más. El congreso tenía dos objetivos fundamentales:
- - Imponer en Europa la legitimidad monárquica
- - Restablecer el equilibrio entre las naciones europeas.
Ejerció de anfitrión del Congreso el Canciller de Austria, Metternich y participaron los siguientes Estados:
- Austria
- Rusia
- Inglaterra
- Francia
- Prusia
El acuerdo final del Congreso de Viena recogió el principio de legitimidad, según el cual se reconocía el derecho de determinadas dinastías sobre los territorios en los que históricamente habían reinado. Así los Borbones volvieron a los tronos de Francia y España. Los monarcas restaurados en sus poderes absolutos se comprometieron a frenar cualquier aspiración liberal tanto en sus propios reinos como en otros Estados. El derecho de intervención militar se decidía por el acuerdo de las potencias reunidas en los congresos.
El zar de Rusia propuso la creación de la Santa Alianza entre las potencias legitimistas cristianas para reprimir cualquier amenaza liberal o nacionalista basado en el principio de intervención en otros países. Para llevar a cabo la protección del orden establecido en Europa se celebrarían congresos con una cierta periodicidad.
El nuevo mapa de Europa, que había sido alterado por las guerras napoleónicas, reflejó los intereses de las potencias dominantes sin respetar la existencia de naciones históricas. Las fronteras se trazaron sobre el papel, marginando el sentimiento de las nacionalidades.
Las cinco grandes potencias ampliaron sus territorios, mientras que los países de segundo orden, como España y Portugal, no obtuvieron ninguna compensación territorial a cambio de su intervención en la coalición contra Napoleón Bonaparte. Francia volvía a sus fronteras del año 1792.
El mapa resultante cumplía los objetivos previstos:
- aislar a Francia
- asegurar el equilibrio de fuerzas
- restablecer la legitimidad monárquica
El conservadurismo era el principal fundamento ideológico de la Restauración que defendía valores como monarquía, religión y familia. Pero contra el orden establecido en Viena se alzaron los movimientos liberales (que deseaban mayor libertad e igualdad) y los nacionalistas (aspiración de las naciones o pueblos sometidos a independizarse o a alcanzar su unidad) que intentaron cambiar el régimen político por medio de insurrecciones y pronunciamientos.